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El tratamiento con cirugía y complementado con yodo radiactivo es  curativo en más del 95% de pacientes si el diagnóstico es temprano.


¿De qué se trata la
cirugía de tiroides y cuello?


La cirugía de tiroides y la cirugía de cuello representan cirugías delicadas en las que el cirujano debe tener una gran experiencia en esta región anatómica. El cuello es un espacio físico muy pequeño que contiene estructuras vitales importantísimas. La laringe y tráquea que nos permiten llevar aire a los pulmones, están en el cuello. Las arterias carótidas y vertebrales que llevan sangre al cerebro, están en el cuello. Los nervios glosofaríngeo, vago, espinal, hipogloso, frénico, laríngeos recurrentes de los que depende el funcionamiento del corazón e intestinos, la posibilidad de articular palabras con el movimiento de la lengua, la posibilidad de tener voz, de mover los hombros, de deglutir y alimentarnos, de respirar por la movilidad del diafragma, están en el cuello. Las venas yugulares, externas e internas que drenan la sangre de la cara y del cerebro, respectivamente, están en el cuello. Los corpúsculos que regulan rápidamente la presión arterial, están en el cuello.

Las glándulas tiroides y paratiroides que regulan funciones cerebrales, el metabolismo general, el metabolismo de calcio y fósforo, están en el cuello. Todas estas estructuras están apretadamente rodeadas por aproximadamente 30 músculos y sus correspondientes estructuras fibrosas, todo en un espacio que, en volumen, en un adulto representa entre 900 y 1800 centímetros cúbicos. Por lo indicado, por la complejidad de la anatomía del cuello y por lo delicado y vital de las estructuras, la cirugía de cuello debe ser practicada por cirujanos que se hayan especializado específicamente en cirugía oncológica o cirugía de cabeza y cuello y, más aún, que hayan tenido experiencia dedicada a la cirugía vascular por la importancia de los vasos sanguíneos del cuello.

Qué cirugías de cuello ejecuto:

  • Tiroidectomía:
    La extirpación de la glándula tiroides en caso de bocio o cáncer de tiroides.
  • Resección del quiste del conducto tirogloso:
    La extirpación de un quiste que se produce en la región anterior del cuello por una alteración congénita en el descenso de la glándula tiroides en la vida embrionaria.
  • Paratiroidectomía:
    Extirpación de una o más glándulas paratiroides cuando hay un tumor de las mismas o un exceso de función de ellas. Esta enfermedad que se conoce como hiperparatiroidismo puede ocasionar serios trastornos o la muerte.
  • Parotidectomía:
    Extirpación de la glándula parótida que es la glándula salival que se encuentra próxima al pabellón auricular y que puede alojar tumores malignos o benignos.
  • Resección de glándulas submaxilares:
    Las glándulas submaxilares producen saliva y drenan en la boca, por debajo de la lengua, a través de conductos. Estas glándulas pueden afectarse por enfermedades proliferativas no malignas (Enfermedad de Mikulicz), tumores benignos o malignos, cálculos salivales en sus conductos que incrementan su tamaño y producen dolor o estados infecciosos.
  • Extirpación de tumor de cuerpo carotídeo o glomus carotídeo:
    El cuerpo carotídeo es una estructura que regula la presión arterial y que se encuentra en la bifurcación de la arteria carótida. Un tumor de esta estructura puede ser maligno o, si es benigno, puede crecer mucho afectando la circulación cerebral o comprimiendo estructuras vecinas.
  • Extirpación de quistes de bolsas faríngeas:
    Las bolsas faríngeas son estructuras embrionarias que dan lugar a elementos anatómicos de cabeza y cuello. Cuando en su desarrollo no se han cerrado pueden dar lugar, en la niñez o en la vida adulta, a grandes quistes que deforman el cuello. Estos quistes deben ser extirpados porque, aparte de la deformación y compresión de estructuras vitales, pueden infectarse y producir serios problemas.
  • Disecciones radicales de cuello o disecciones selectivas:
    En circunstancias de cáncer avanzado de cabeza o cuello, es necesario realizar la extirpación de paquetes de nódulos linfáticos de subregiones anatómicas del cuello. Los nódulos pueden ser los que están a los largo de los grandes vasos del cuello o en la región del piso de la boca o en el triángulo posterior del cuello. Estas son cirugías grandes y complejas que, en ocasiones incluso requieren la extirpación de músculos, nervios y venas profundas como la yugular interna.
  • Biopsias de nódulos linfáticos:
    Muchísimas enfermedades como una gran variedad de cánceres, enfermedades reumáticas o del colágeno, enfermedades inflamatorias o infecciones, se presentan con la aparición de ganglios linfáticos en distintas regiones del cuerpo, entre ellas, el cuello. El diagnóstico depende, muchas veces, de obtener un nódulo linfático, por biopsia.
  • Drenaje y necrosectomía de infecciones severas del cuello:
    Aunque por ventaja son muy raras, las infecciones severas de los tejidos profundos del cuello, son mortales si no son intervenidas quirúrgicamente a tiempo. Una infección del cuello o del piso de la boca que no mejora rápidamente con antibióticos requerirá que sea tratada quirúrgicamente para drenar el pus y retirar el tejido gangrenado por la infección. Esto puede requerir múltiples intervenciones en un período corto.

El diagnóstico se realiza con un ultrasonido de la glándula y una punción del nódulo tiroideo descubierto por el ultrasonido y el examen microscópico de las células obtenidas por punción.  Por otro lado, cuando hay bocio (crecimiento anormal de la glándula), es necesario operar si dicho bocio causa síntomas o si crece hacia el tórax.  También es necesario operar si el bocio tiene nódulos y no se puede excluir malignidad en  alguno de tales nódulos.  En casos seleccionados de hipertiroidismo, especialmente cuando haya alteraciones oculares o un bocio grande, la cirugía tiroidea también está indicada.

Operación de tiroides